TIEMPO DE ADVIENTO



Es profeta en el tiempo que se avecina de adviento nos irá recordando que tenemos que tener abiertos los ojos y el corazón alerta, disponible, porque algo importnate se está gestando. La historia presente está preñada de vida y esta nos alumbrará.

Tiempos nuevos se avecinan, la salvación se está encarnando en nuestro pueblo, y Jesús, el Dios de la vida, despunta en nuestro horizonte.

Algo nuevo está brotando: ¿No lo notáis?

Tenemos a las puertas el adviento. Es la hora de la esperanza que nace de la contemplación de Dios y de la historia desde su perspectiva. Es la hora de construir puentes, de celebrar la humanización de Dios, ¿o no es eso acaso el misterio de la encarnación? Dios se enamora de su criatura y entra en nuestra historia “como uno de tantos”.

Por tanto, ¡alerta el corazón, abiertos los ojos!, Él camina con su pueblo, está en medio nuestro, tiene el rostro del hermano, del vecino, del compañero de trabajo, de inmigrante, del que se quedó en la cuneta de la vida; tiene el rostro de un niño y también el rostro de una mujer.

¡Alerta! Dios nos visita y viene a quedarse con nosotros. Quiere poner su tienda en nuestra tierra, en nuestra historia y en nuestras historias: ¿Habrá sitio para él en nuestras vidas?

Dejémosle gestarse y nacer, y que entre nosotros renazca con fuerza la esperanza, la pasión por la vida y por la humanidad; que se avive en nuestro interior la certeza de que los cielos nuevos y la tierra nueva en la que habita la justícia ya está en medio de nosotros: Está brotando: ¿no lo notáis?

Sor Lucía Caram

El Rincon del Arte Musical

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